domingo, 8 de noviembre de 2009

Espera al teléfono [de como te extraño y demás ideas inconexas]

Te pienso sentado en el sillón, teléfono y celular cruzados, mente en blanco, corazón retrasado.
El presente son trivialidades que escribo en pedazos de papel. Tengo que distraerme de este domingo vacio, tengo invitaciones para salir pero no, el teléfono. Podría estar avanzando algo de mis tareas pero no da ganas, el teléfono. Tal vez leyendo ese libro que compré en un arrebato de alegría (ya sabes, el del evanescente reino de los olores de Jean-Baptiste Grenouille) o terminando las miles de historias sin fin que abundan por aquí.

Tengo en mente a un asesino,
a una niña que camina sobre el agua buscando a su madre
y a un ajedrecista confundido
en el problema de Capablanca
del mate en veinticuatro jugadas.

Pero prefiero esperar. Me siento solo? No lo creo. Y no hay nada de bulla, no se escucha a Bono cantando en la computadora ni a Slash con sus rasgueos en mi radio. No distingo las voces de mi familia porque todos están fuera. Siento la casa desabitada, la siento desamparada esperando alguien, cualquier persona que haga una conversación trivial para detener la monotonía del domingo por la tarde. Hoy me siento un poco Sábato, no perseguido por mis personajes, sino arrollado por las ideas acusadoras de una paz imperfecta basada en el sosiego del alma por una anestesia de cariño.
¿Me quieres de verdad?
No lo sabemos [...] Estoy solo? No. Soledad no es lo contrario a estar acompañado, puedes estar en un desierto y no estar solo. Puedes estar marginado en tu ambiente laboral porque no les haces la tarea, porque no te gusta salir a tomar, porque no les gusta ver más allá de la apariencia. Puedes ser el único reaccionario o el único comunista en el mundo, puedes tratar de decir que Cien años de soledad no tiene faltas ortográficas o decir que Aventura es Bachata sabiendo que vas a quedar solo pero no lo estarás:

Soledad es no tener en quien pensar.



Y yo pienso en ti siempre.

4 comentarios:

María dijo...

y gracias a eso ella no se sentirá sola nunca tampoco :)

A. dijo...

Me ha gustado la defición de soledad. Por ende, como pienso en mucha gente, estoy rodeado de buena gente no?

Esas tardes de domingo en las que se puede hacer de todo y no apetece nada, cómo las conozco jeje

Un saludo Y cuídate :)

Y@n dijo...

jujuj xq pones la foto de Maurice.. piensas en el todo el tiempo??? (lo sabia!!)

Ebano y Marfil dijo...

interesante manera de encontrar la paz, aunque se sufra en el camino. La leo y mas me gusta.
Okey, es decision unanime: desde hoy te seguimos...
Esperamos pronto pases por casa. A ver si brindamos -solo por ahora- con pisco.
Un saludo.