viernes, 6 de noviembre de 2009

A New Hope

Las sonrisas son efímeras, el recuerdo vale para siempre.

Ella tenía un vaso en las manos y una botella en la mochila mientras recordaba.
Fiorella conoció a Santiago el año pasado, cuando ambos acababan de cumplir diez años y creyeron que el amor verdadero podía llegar a cualquier edad.
Miralos, pequeños y con un derroche de imaginación tomándose inocentemente de la mano al tiempo que sonrien, esperando siempre un día más, como hermanitos, como algo más.
No lo entiende. Todo era perfecto: estuvieron siempre juntos, se aguantaron mutuamente siete años y un día él decidió que ella se merecía más, pero ella no lo supo. Santiago salió a conquistar el mundo, a conseguir una estrella y regalársela a la chica que iluminó su existencia, pero ella no lo entendió. Ella estaba ensimismada en el chico perfecto, en el príncipe de las historias perfectas, el que aparece de la nada y la besa apasionadamente, el que la toma entre sus brazos de boxeador y mirándola fijamente la pierde en un orgasmo de sueños.
Y él, inocente, su mejor amigo desde siempre, matándose de amor en silencio. La tomaba de la mano pensando en algo obvio, mientras ella lo aceptaba distraida. Le pinta tarjetas, le lee libros cuando ella se siente mal o no puede dormir, se quita la casaca para que nunca sienta frío y la carga en la espalda cuando sus zapatos se mojan y está cansada.
Pero no importa, debe ser como ella lo quiso imaginar, con una sonrisa alegre y el pecho de un atleta, con la mirada del conferencista y los suspiros del basilisco, capaz de robar el alma. Él, inocente de este drama invisible, decide ausentarse, sólo un año promete, suficiente para encontrar la estrella prometida, la que les diese la felicidad eterna.
Un año pasa rápidamente, asi como el segundo y el tercero. Sin quererlo Fiorella encuentra alguien de quien enamorarse, aunque no sea perfecto del todo pero que importa. Encuentra otro. Y otro. Sin querer pierde la virginidad en la parte trasera de un coche y al día siguiente también al enamorado. Deja la universidad por un semestre y termina en un instituto a medio horario, no porque no pueda, sino porque no lo aguanta: extraña a su amigo, finalmente se da cuenta.
Y no solamente eso, sino que se da cuenta que lo que tenían era perfecto, sin presiones, sin tener que disimular ser interesante ni tener que arreglarse cada nada para parecer más guapa de lo que es porque él la veía desde que despertaba hasta que iba a la cama agotada de tanto saltar en el parque. La aguantaba a pesar de sus caprichos, la mimaba sin pedir y hasta le leía cuando ella quería descansar.
Hoy, con veinte otoños Fiorella está sentada en un parque con un vaso y una botella en su mochila. Sigue esperandolo, mientras existe ese silencio tan profundo como el mar, el mismo mar donde él se extravió algún día.
Es ahora cuando Fiorella se da cuenta que nunca debió buscar un príncipe, sino alguien que la trate como princesa...



PD: El amor me ha besado dos veces en forma imposible. Lo que me dicta el sentido común es decirle que la quiero pero olvidar la brisa callada en mi pecho cuando habla y no arriesgarme. Esta vez no pienso dejarme intimidar y prometo hacer que usted no se arrepienta señorita. Y si en algún momento me voy, es para pensar más en tí porque siempre volveré, te lo aseguro...

5 comentarios:

Yurleny dijo...

¿Porqué somos tan inconformes con lo que tenemos, y solo cuando perdemos aquello que despreciamos en el pasado nos damos cuenta que tan importantes son para nuestro presente?... Lastimosamente nos damos cuenta muy tarde cuando ya no podemos hacer nada por nuestro futuro solo lamentarnos y recordar porque en esos momentos que hemos fracazado es imposible olvidar...

Solo destruir el alma *Que decicion tan equivocada*

Katy dijo...

aiii este post me atrapo por completo ♥

Creo que hasta preferiria leerlo un par de veces mas a escuchar una cancion de arjona cortavenas ;)

"que nunca debió buscar un príncipe, sino alguien que la trate como princesa..."

Sin mas preambulos su post me enamoro :)

Saludos!

María dijo...

hay quien no sabe apreciar lo que tiene...
que cosa más dulce, espero que tu princesa no se arrepienta nunca :)

Osmar dijo...

Extrañamente cuando lei la entrada escuche musiquita...

Diario de nuestros pensamientos dijo...

que bueno q el amor te haya besado... es lo es lo mejor al fin y al cabo