-Por favor no lo hagas de nuevo.
-¿El qué no quieres que haga de nuevo?
-Timbrarme.
-¿Te fastidia?
-No es eso querida, es solo que a veces me timbras en medio de reuniones importantes o cuando estoy en la misa o cuando intento concentrarme.
-Lo hago para que recuerdes que te quiero.
-Créeme, nadie lo sabe mejor que yo. Pienso en tí todo el tiempo.
-¿De verdad?
-De verdad.
Ella lo abraza y él continua con su vida sin darse cuenta de lo herida que está ella. Él la quiere de verdad y lo ha dicho en serio pero no se da cuenta que no se trata de lo que ella haga, bien podría comprarle regalos caros o timbrarle con el celular o pasear desnuda por su sala, se trata de la importancia que le pongas a cada acto de tu vida y a ella se le iba el alma en timbrarle, ponía todo su ser en hacer algo tan importante [y a la vez tan irrelevante] que al serle prohibido se fue apagando lentamente...
4 comentarios:
creo que a veces solo cada uno sabe el valor que le damos a pequeñas tonterías, y que podemos rozar la paranoia, pero es nuestra decisión, y nuestra vida, solo una, sola
a mí también me dolería muchísimo :)
muy feliz semana :)
Supongo que el truco está en encontrar a alguien que comprenda la importancia de los pequeños gestos, cuestión de complicidad, apenas difícil, ¿eh?
Ay, echaba de menos leerte, espero recuperar mi pequeña parte del mundo cibernético en estas vacaciones. Espero que todo te vaya bien.
Un beso.
Pnesar en alguien todo el tiempo.
Yo lo estoy experimentando y a veces si que asfixia. Sobre todo cuando no debería ser así...
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