lunes, 6 de septiembre de 2010

Es muy difícil admitir mi actual estado de ánimo. Ella está bien, no ha sufrido ningún percance para llegar a su destino y mucho menos problemas como los que sufrió el hermano de una amiga en Vermont o Martin cuando pasó las de Caín en las montañas…

Pero es demasiado difícil, en serio. Sé que ella está bien y le agradezco a Dios con todo mi corazón pero aún así siento un vacío tremendo, un hueco en el alma y un gran dolor en el corazón (que por cierto es de ella). Es la primera vez que lloro todas los días de una semana entera, es la primera vez que sufro tanto y me alegro en exceso por un simple mail o un sms. Y es que nunca creí llegar a sentir tanto, a querer de verdad, a saberte como parte de mi vida de una forma u otra.

Es difícil la distancia, pero más difícil es sentir tu verdadera ausencia. Todas las noches solíamos hablar y te contaba lo difícil que es estar en un campamento minero, con un montón de personas que sólo piensan en cosas asquerosas o que son demasiado materialistas. Todas las noches me decías que todo iba a estar bien y que luego tendríamos tiempo para abrazarnos

Me decías que sería toda una vida

Pero ahora ya no estás y se hace difícil dormir. No siento cansancio a pesar de no dormir desde el domingo en que viajaste. A ratos cierro los ojos pero me despierto intempestivamente revisando mi celular, mi correo, esperando una señal tuya y cuando llega que emoción, me olvido de todo y te siento a mi lado, dándome besitos como sueles hacer, abrazándome con esa entrega que pones en cada momento juntos.

Pero ahora ya no hay nadie que me diga que todo estará bien, no hay alguien que me quiera como tú y que se pregunte si estoy bien, si no me pasó algo en la concentradora, si me estoy abrigando, si estoy comiendo y durmiendo bien…

Te extraño.

Sé que es algo tonto, acaba de pasar una semana desde tu viaje a ese país pero es muy difícil mi vida, es demasiado difícil. Pienso en ti cada momento del día, pido porque estés bien, porque estés sonriendo, porque disfrutes de esta gran oportunidad que te ha brindado la vida. Pido por que seas feliz a pesar de todo, no importa si tengo que hacer ese trato con Dios lo hago: mi felicidad a cambio de la tuya.

Te quiero y ya no lo escuchas de mis labios. Te extraño y no sé si te llegan mis sms o mis correos, no sé si entenderás que lo mío es nostalgia pura, las noches son eternas sin tu voz deseándome un buen sueño, las noches son amargas sin tu voz para endulzarlas, las noches son mis peores enemigas ya que durante el día me engaño trabajando pero a la hora de enfrentar ese momento del día en que el sol se escapa y los ángeles duermen es cuando me rompo y no aguanto, miro tu foto y recuerdo cada momento a tu lado, cada momento abrazado a ti, desde esa vez en la esquina donde yo no sabía qué hacer hasta la cara de sorpresa que pusiste la primera vez que cociné para ti. Recuerdo la tarde en que nos conocimos y la primera vez que me abrazaste, recuerdo esa tarde mirando películas a tu lado en la que nos tomamos de la mano. Recuerdo el parque de diversiones, tus gritos y tu sonrisa sincera, recuerdo cada beso, cada abrazo, cada palabra de ternura que me entregabas y que me hacían entender que no quiero nada más en la vida que estar a tu lado, hasta el final, por siempre.

Aún no me canso de esperar. Ha pasado solamente una semana y ha sido muy muy duro, no sabes cuánto; sin embardo sé que estás bien (tu hermana me lo dijo) y eso me alivia. Me gustaría mucho escuchar tu voz, es cierto, pero estoy contento con saber que estás bien y no tienes ningún problema allá. Nunca me voy a cansar de esperar y estaré aquí con mi Aleph (tu fotografía porque eres el mundo para mí) estaré aquí aguardando pacientemente a tener noticias tuyas, a oír tu voz, a volver a abrazarte y nunca dejarte ir. Arequipa no es lo mismo sin ti, ya no hay sentido en bajar a una ciudad donde cada rincón me huele a ti, donde están nuestros recuerdos, nuestra vida. La ciudad blanca no es lo mismo si tú no estás; no, la vida no es lo mismo si tú no estás.

Vuelve. Estaré aquí esperando amor, estaré pensando en ti fervor rezando por tu bien, orando por tu felicidad.

Nunca me olvido de ti, te quiero con todo mi corazón.

Lo sabes.

6 comentarios:

Killa dijo...

miau :(

Jud dijo...

La distancia... la que todos odiamos ¿Verdad? como si odiarla nos sirviera de algo... tus palabras, como siempre, me emocionaron y me dejaron ver, otra vez, tu lado más tierno... estoy segura de que ella piensa lo mismo que tu, que te extraña, que quiere oír tu vozz... estoy segurísima... mañana empiezo las clases y cada vez me podré pasar menos pero te leeré siempre porque leerte es encontrarme... que te vaya todo muy bien, un abrazo sincero desde el otro lado del charco :)

Unknown dijo...

bonito que compartas esto con todos.
un saludo!

Roxy Varlow dijo...

Ella estará bien, verás como sí (: Es muy sincero todo lo que aquí plasmas, todo extraído directamente de tu corazón que espero que se reponga pronto.
Mucho ánimo y verás como la distancia no logra romper las cosas más fuertes.
Un saludo y ánimo de nuevo.

Anónimo dijo...

Recientemente me encontré con tu blog y he estado leyendo a lo largo. Yo pensaba que iba a dejar mi primer comentario. No sé qué decir, excepto que he disfrutado de la lectura. blog de Niza.

Anónimo dijo...

¡Ah! al fin encontré lo que buscaba. A veces se necesita mucho esfuerzo para encontrar la pieza útil incluso pequeñas de información.