martes, 3 de marzo de 2009

¿Es justo matar inocentes?


El secuestrador soltó una risa ante la pregunta y dijo:
-Pensemos un momento en las injusticias de la vida y diganme: ¿no es un engaño total lo que nos enseñan de pequeños? Crecí en un hogar pobre donde no comiamos todos los días, donde mi padre me daba golpizas colosales si no cumplía mis deberes, donde el sol se ponía dos veces al día... Crecí en el colegio con la mentira de que si estudio y me esfuerzo seré un profesional, creí que siendo el primero del aula conseguiría una beca universitaria que me facilitase las cosas para ser un profesional de éxito. Me creí todas esas mentiras. Saqué puro veinte en las materias excepto en Educación Física donde el profesor me dio un dieciocho. Superé a todos de lejos y el día de la ceremonia ¿que pasó con mi diploma? Se lo dieron al hijo de un ingeniero prominente alegando que un hijo de barriada no podría cubrir gastos universitarios y que había que darle la oportunidada alguien que no la desperdiciría. ¿Es justo?

Golpeó al anciano que hizo la pregunta y disparó de nuevo al techo. Todos en el banco temblaron y las mujeres gritaron desesperadas.
-Estás demente. La policía te matará y no habrás robado ni un solo billete...
Volteó violentamente con una sonrisa en la cara.
-Esto no se trata de dinero, ¿crees que todo es dinero en la vida?
-También está el amor,- dijo una tímida cajera.
La miró y se extasió. Era bella en verdad con esos pechos firmes y jóvenes, las piernas largas y los finos rasgos de la cara que si no estuviese aterrada podría ser la nueva Helena.
-Por fin una sensata,- dijo el maniático.
Corrió por toda la sala y en el centro los contempló de nuevo: quince maletines con todos los fondos del Banco de Reserva, en billetes de altas denominaciones. Los saboreó una vez y le disgutó el papel sucio, las figuras falsas de líderes obligados y se asqueó de todo eso así que con gasolina y un encendedor hizo una fogata en medio de la sala.
-¡¿Qué haces!?
-Esto no es por dinero, entiéndanlo. Ni por amor tampoco. Otra de las grandes mentiras del mundo. Aún así ames con todo tu corazón nunca recibirás lo mismo que das. Por más que sacrifiques tu vida por esa persona, por más que cambies y seas sensible, romántico, entregado, valiente y capaz de dar lo último de tus fuerzas por ver a esa persona sonreír ésta te ignora y te olvida cuando ya no le haces gracia. ¿Creen que me gusta esto? ¡A nadie le gusta! El mundo no es justo, todo es aleatorio y sólo los hijos de la nobleza, los que nacen en buena cuna, aquellos que son señalados desde el comienzo triunfarán, nadie más porque las plazas están contadas. ¿Es justo?

-¿Pero por qué nosotros?- dice el administrador del banco.
-Ahh, interesante. Yo les pregunto

¿Por qué no ustedes?


El silencio inundaba la sala cuando volvió a ser roto.
-¡Somos vidas humanas por un demonio! No puedes jugar así nomás por jugar, ¿qué vas a ganar con esto?
-Ven aquí,- dijo agachándose y poniéndole el cañón en la boca.- Ven, no tengas miedo. ¿Sabes? Yo tenía una hija, noer a mía, me la cargaron pero igual la cuidé. Ahora tendría quince si no hubiera sido por el director de su colegio quien no sólo gozó violándola sino también divulgando el video por toda la red. Yo la perdí cinco días y al sexto encontraron su cadáver en el lodazal. Ella era la alumna más estudiosa, era de las que siempre van a la catequesis y hasta me obligaba a llevarla a misa. Era una santa. ¿Fue justo que el director jugara con ella? Dímelo tú que eres un maldito profesional de éxito como ese bastardo. ¡Dímelo!

Se levantó y se peinó con la mano al tiempo que el arma salía de la boca del pobre incauto. ¿Alguien sería capaz de quebrar el espíritu de esta sombra?

-¿Y por qué haces todo esto entonces? Si no es por dinero...
-No lo es, muchacha inteligente. Ya que no hay nada justo en este mundo quiero volver la balanza a mi lado, quiero quitarle a este mundo lo mucho que me quitó, lo mucho de lo que me privó sin dar explicación alguna. Asi que prepárense!!

Se levantó y disparó nuevamente al techo. Tomó el detonador en su mano y todos los rehenes temblaron por las cargas de dinamita que él les había colocado. Salió con la frente en alto y cerró los ojos al atravezar la puerta por todas las luces que lo apuntaban. Vio cientos de policias apuntándole, desde las ventana aledañas, desde la calle, desde helicópteros. Sonrió una última vez y sintió la brisa suave antes de arrojar el arma. Unos cuantos se acercaron a tomarlo prisionero y entonces apretó el botón. Adentró los prisioneros escucharon una explosión horrenda cuando entró volando desde afuera a través de la puerta abierta la cabeza del secuestrador.
Allí murió el último inocente del mundo.




PD: Disculpen la extensión y el hecho de la falta de refinación. Quise escribir mis pensamientos tal como estaban y siento mucha influencia del Caballero Oscuro.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

NInguna muerte es justa. Se contradicen los términos.

Sílvia dijo...

hay tantas muertes injustas, unas más que otras.. y es un tema que me toca de cerca..
aix

Anónimo dijo...

Todos los días nos encontramos alguna muerte injusta (asesinatos, condenas, buenas personas que se van antes de tiempo...) por eso hay que vivir cada día como si fuera el último.

Un saludo.

Call me Juliet dijo...

Nada de pedir perdón. Me ha gustado tu forma de expresarte.
En cuanto al tema... se podrían escribir págnas y páginas y todavía no encontraríamos una respuesta decente.

Sólo pasaba,
y seguiré pasando :)

Un beso.

Agua dijo...

Hola! primero de todo muchas gracias por pasar por mi blog :-)
Las injusticias del mundo se cuentan a millones, muertes, guerras, hambre,...A veces pienso la suerte que tengo de haber nacido en un lugar donde se puede ser "libre" y "vivir dignamente"...ojala todo el mundo pudiera cambiar para mejor..
Saludos!

lys dijo...

No siempre los fracasos son del individuo, en este caso concreto es el fracaso de la sociedad injusta.Esa sociedad está creando monstruos a los que deja sin alternativa.

esta sociedad es como un gran jurasic park donde constantemente eclosionan especies que no sabemos como van a reaccionar.

No está justificado pero es lo que sucede.

Te dejo un beso