martes, 9 de septiembre de 2008

19 nueve, trozos de corazón y una firme promesa






Nunca he sido capaz de llevar mi vida por escrito, a pesar de que varias veces me decidí por hacerlo. Las muchas veces siempre fallé por el pésimo mantenimiento de mis cuadernos y otras pocas era por la pérdida de las muchas hojas en donde ponía un poco de mi alma...
Hoy cumplo diecinueve años y espero que no hayan sido en vano. En diecinueve años aprendí miles de cosas para las que llevan otros tantos años aprender. Sé que la vida es tan bella como uno la quiera ver así que hoy me levanté decidido a sonreír para siempre, a pesar de los males del día.
Para los que no me conozcan me gusta la lectura a morir. Hubo días en que dejaba de comer y de hacer tareas con tal de terminar los libros que me proponía leer. La música me fascina desde las primeras mezclas que mi madre ponía en el equipo allá lejana época en que vivíamos en Cusco. Por ese entonces solamente escuchaba José Luis pErales, Ricardo Arjona y Fernando Ubiergo (el grande!!) Todo niño tiene que madurar y conocí poco a poco nuevos ritmos y grupos que moldearon mi carácter además de mi forma de conducirme. Metallica estridente en ciertos momentos tiene la musicalidad que muchos otros grupos me negaron, nada como escuchar Nothing else matters o Welcome home(Sanitarium) canciones que simbolizan mi época, una era...
De pronto apareció casi por accidente The Corrs y vaya que esos chicos son músicos!! Los cuatro se lucen en sus instrumentos al tocar no solamente pop o canciones folclóricas sino también canciones directas para el alma deprimida y necesitada como me sucedió en momentos durante los cuales Long nigth o Radio me daban calma.
Pasé una buena época admirando las poesías (no la voz) de Alejandro Sanz, poeta exacto pero pocos como el gran dúo de Amaral (técnicamente no un dúo pero si un grupazo!!) que impuso un regreso al rock legendario aquel que dependía no sólo de la música sino de las letras.
Tiziano Ferro me cautivó con su vos, aunque no tanto como persona como si llegó a hacerlo el mítico Kurt Cobain quien no solamente creó a Nirvana y al conocido "grunge" sino que con dos canciones mató al heavy metal y al Clean Metal antiguos, me refiero claro a Smell like teen spirit y a The man who sold the world(canción que aún tarareo cada vez que puedo)
Todo empezó cuando aprendí a tocar zampoña para pasar a una inocente flauta. Gracias madre por comprarme aquella Horner que sobrevive en mi armario. Un día, me quedé hasta tarde en el colegio porque mi madre se fue de viaje junto a mi hermana y mi padre no regresaría hasta tarde así que me quedé acompañando a mi buen amigo Nativo (algún día me acordaré de tu nombre jeje) quien tocaba el trombón. Fue allí cuando de la nada empecé a tocar el saxofón en la banda sin más previo aviso que un "madre me voy a quedar más tarde todos los días."
Fueron tiempos hermosos. La música regía mi universo y una niña hermosa iluminó mis tardes con su sonrisa simple y su cabello desinhibido. Su nombre fue Lucía y será hermosa para siempre.
Fueron cuatro las veces que me enamoré. Lucía fue a decir de muchos un traspiés por la edad pero nunca me olvidaré de aquel abrazo, el mejor que en un cumpleaños me hayan dado.

Elizbeth (gran modelo a seguir) es responsable de los mejores libros que haya leido. No digo que los otros no hayan sido buenos (y aprovecho para agradecer a todas aquellas personas que me hayan prestado un libro, todos han sido perfectos excepto por uno que se llama la inexistencia de un tal Bruno no se qué que era mío y me arrepentí de tener; es lo peor que leí en mi vida después de la autobiografía de Vargas Llosa!!). Siempre que iba a su casa me iba con uno o dos libros pero siempre uno y aunque muchas veces demoraba en devolverselos ella no renegaba, muy inda me prestaba más!! Por ella conocí a Doryan Gray quien se convirtió en mi modelo del mal, conocí a Günter Grass cuando escribía aún de un pequeño tambor de hojalata y no tenía cebollas que pelar en las hojas futuras. Me encontré con Saramago y sus pobres ciegos deseperados además de una muerte que decidía de pronto dejar de ejercer su oficio milenario.
Pero a pesar de todos los libros que me hayan prestado, ningunos serán tan valiosos para mí como los del gran Gabo y es que García Márquez es el máximo exponente del Realismo Mágico. Macondo era para mí la aldea de los ideales (que a veces confundía con mi amada Pescadores) y el amor imposible de Florentino Ariza me hizo lagrimear tanto o casi más como el de Cayetano Delaura con Sierva María de Todos los Ángeles.
Otro tanto para mi historia es la influencia de las misteriosas reflexiones de Jorge Luis Borges. La Biblioteca infinita era para mí la parte trasera de la Puerta de La Verdad. Asterión era un amigo y catorce eran los pensamientos que tenía sobre Ulrica y su amor de una noche. El libro de arena, el aleph, el zahir, tantas cosas me impresionaron y dejaron huella en mí que muy pronto me vi en la aventura de tratar de escribir mi propia historia.
Pero, ¿de qué iba a tratar? no lo sabía y aún no lo sé. Época triste en que el rechazo me rompía y lágrimas públicas eran conocidas. Conocí a Deydra, bella amiga, modelo mío. Mi corazón sufría por el no sorrespondido pero tampoco puedo alegar porque también era muy bien merecido. Tuve que pasar por mucho sufrimiento para reconocer la verdad y darme por vencido en una insensatez que destruiría mi vida.
Y seguí. Salí del colegio. El futuro era incierto y cada ez que lo miraba éste me amenazaba y yo en pánico no sabía a que atenerme. Pronto postulé a cierto instituto y ahora estudio lo que me gusta: Redes y Comunicaciones de Datos. Disfruto cada hora en compañía del aprendizaje (no tengo allí muchos amigos por no decir ninguno) pero lo que más me cautivó fue cierta chiquilla de mirada perdida y sonrisa restringida para casi todo el mundo. No puedo negarlo, a veces la miro y aún quiero decirle que la quiero mucho.
Y como cada vez que todo parece ir bien en mi vida, llegó la desgracia y me hizo llorar otra vez; pero valió la pena. La miré y ella me miró, le sonreí y ella se turbó. Poco a poco entendimos que el amor no es un estar aquí y allá todo el tiempo, sino el simple hecho de existir para alguien que nos conoce, que nos entiende, que mira las estrellas del mismo modo que nosotros. Nos amamos. Fue intenso porque sabíamos que poco iba a durar y aún así me hizo una promesa que me hizo llorar...
Fue mi primer beso el más especial. El día era perfecto así como la chica y el lugar. La abracé y ella se dejó llevar. Cada vez que recuerdo esa tarde pienso que valió la pena despertar un día y decir Hoy voy a amar.
Aún no entiendo por qué se fue. Miles de razones aflorarn en mi cabeza y cientos de ellas parecen verdad. Soy psicótico, a veces obsesivo (sí Fiorella, lo admití) pero la mayor parte del tiempo es simplemente algo impulsivo. No puedo evitar pensar en tu sonrisa durante aquellas salidas sin rumbo fijo. ¿Eras así todo el tiempo o es el tiempo quién ha depurado mi recuerdo acerca tuyo?
No importa. Siempre serás una persona muy especial en mi corzón (a pesar de todo). Gracias por existir.
Y aún faltan enumerar cientos de cosas, como mi gusto por el ajedrez (y miles de experiencias sobre cierta apertura que aú no puedo creer que me haya funcionado!!), mis amigos que me prestaron una guitarra eléctrica o las tonterías que filmabamos en video asemejando el Jackass americano. Falta decir quienes son las otras dos personas que tuvieron un rinconcito
en mi corazón. Falta explicar porqué a veces soy tan introvertido y porqué otras tantas no puedo retener la lengua como ayer que te hice enojar y aún no recibo tu percón y me duele porque a pesar de que dices que no e
stás enojada se que lo estás y te pido perdón mil veces más porque no quiero perderte otra vez...
Aún falta mucho pero hay tiempo, o al menos eso creo...
Los invitó a seguir mi universo. No será bonitotal vez, simplemente es todo lo que soy.

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