¿Amistad?

Claro que es algo sencillo dicen todos pero, ¿alguien entiende mi vida? Obtengo permiso para salir pero sucede la última desgracia y me quedo refugiado en un exilio voluntario de casa y amigos. Hoy en la tarde me llamó Osmar [que gran amigo que se ha vuelto caramba, gracias por todo!!] y me invita a salir mañana. ¡Es la primera vez que me incluyen en sus planes sin que yo haya tenido que enterarme por terceros o porque yo los invitaba y me negaban la invitación! O tal vez sea porque Osmar si es gente... El hecho es que tengo al lado tanta ternura que como idiota digo que no, aunque me gusta el cartódromo, aunque no quiera salir nunca de ese cuarto oloroso a mezclina simplemente porque así engaño un poco la soledad que compartimos, porque así me olvido de ella al menos por esta tarde...
Cada día me doy cuenta de lo difícil que es conseguir amigos de verdad. La mayoría te fallan y se excusan diciendo que TÚ eres el único que siempre falla. Ellos fallan pero uno no puede fallarles, así es el mundo y así es la vida. No importa, poco a poco me he dado cuenta que es fácil entender quienes son los verdaderos amigos: cuando eres un fanático a muerte de Star Wars, cuando escuchas música que nadie combina [como pop y metal, clásica y latinoamericana], cuando ves películas que no atraen la atención y no son superpublicitadas, cuando lees libros todo el santo día y te emocionas al ver un pedazo de código en java, te das cuenta de cuan rarito eres. Y es justamente esa rareza la que atrae a los VERDADEROS amigos. Ellos te valoran a pesar de todo, no te menosprecian por no gustar unas cervezas ni por no tener dinero para salir TODOS los sábados a juerguear. Da rabia a veces que muchos no entiendan tu mundo pero ¿que más da? Ellos no me alimentan, que se jodan...
... estoy muy estresado para haber estado encerrado en un cuarto a voluntad toda la tarde. ¿Será buena la autodestrucción? Aún sigo empeñado en sacar un clavo con otro porque ya no sé como sacarme la estaca que esa mujer dejó en mí. Ya no sé la verdad como defenderme de sus ironías y su ignorancia, que no disimulo lo que siento por ella y aún así sigue indiferente. ¿Qué piensas cuando nuestras miradas se cruzan? Tal vez que siempre repito el mismo vestuario, tal vez que mis ojos se ven cansados de tanto sentarme frente al computador. Yo no sé que pienso porque esos momentos no los desperdicio y siempre miro dentro de tí, miro aquello que ningún orificio me va a mostrar: tu alma...