martes, 9 de diciembre de 2008

Muchos ...

-Tú no te dejas querer...
¡Increible!
-¿Qué tonterías dices ahora?
-Es verdad. Quiero que formes parte de mí pero...
-¿Y qué hago entonces viniendo todas las tardes?, ¿qué se supone que hacemos siempre, perder el tiempo?
-¡Yo quiero quererte! No quiero que traigas tu cuerpo aquí y listo.
-De verdad no entiendo a que te refieres. Yo lo único que hago es...
-Lo único que haces es pensar en ella todo el maldito día!! Dices que me quieres pero pasas mucho tiempo con ella para no ser tu mejor amiga...
Silencio, pero no de los silencios ordinarios sino de aquellos incómodos en los que tienes que decir algo pero no sabes que.
-Mira, sé que la semana pasada pasé mucho tiempo en...
-No me refiero a la semana pasada. Tampoco a ciertos días en especial sino que cuando no dices nada parece que piensas en ella, que cuando estás solo te sientas frente a ese maldito ordenador [es raro que una persona de nuestra edad llame así a una computadora, me llamó la atención...] escribes generalmente de ella y nada más.
Silencio. Otra vez.
-Es difícil, ¿sabes? De ser por mí hubiera...
-Hubieras hecho tantas cosas pero no las has hecho. No sé quién puede tener tanto poder sobre tí pero date cuenta de lo que perdemos.
-¡Pero me estoy esforzando!
-¡Y sé que lo haces! Pero date cuenta que no es suficiente. La primera vez estuvo bien pero ya no, si quieres que esta vez salga adelante tenemos que esforzarnos.
Pequeña victoria.
-Entonces, ¿tú también está fallando?
-Los dos. Por favor, déjate de tonterías y ayúdame a darle forma a algo que promete...












[Te debo una disculpa, te ayudaré a darle forma y me esforzaré en tí...]

1 comentario:

xyz dijo...

Cada uno tiene una forma de ver el "amor" la mía es libertad. Suerte con las cadenas.