martes, 25 de noviembre de 2008

Catedral, Tephy y los milagros.

Estaba a mil. Voy a llegar tarde a nuestra tercera cita [la verdad no estoy seguro] y no sé ni como avisarte. No tienes celular ni teléfono fijo. Ya van a ser las 4 en punto y mi madre no me suelta. ¿Qué gusto de las madres por adivinar cuando vamos a salir con chicas para estropearnos las salidas?
Me desesperó. Releo tu mensaje: "ve limando tus barrotes.. jaja" y ahora de verdad pienso hacerlo. No quiero hacerte esperar. ¿Qué hago? Mi último remedio es llamar a alguien para que te entretenga mientras tanto, pero ¿quién?
Ninguno de nuestro ambiente: nadie, absolutamente nadie debe saber que nos estamos viendo, lo que reduce las posibilidades a solamente algún amigo mío. A Diego no le caes, lo cual lo elimina. A Tephy... ¡Tephy! Gracias a Dios existe Tephy pero, ¿puedo pedirle un favor así?
Tephy fue mi mejor amiga en un momento y hasta llegué a gustarle [...] Es de esas personas que sacrificarían todo por verte sonreír. ¿Tendré la conchudez de pedirle tremendo favor?
Me contesta.
-¿Alo?
-Tephy, soy yo...
-Ah, hola. ¿Qué tal? ¿qué tal te va con [...]?
-Bien, justo por eso te llamo...
Y accede gustosamente. El primer día que se vieron, [...] estaba teniendo una cita con otro chico mientras que Stephany y yo la esperabamos en la parte delantera del cine. Conversabamos comiendo helados cuando la ví y no dije nada. Stephany me preguntó:
-Ya llegó, ¿no?
Cómo lo supo. Según ella: mis ojos brillaron...
-Hola...
-Viniste!!
Pero se moderó al ver que yo tenía compañía. Esperamos quince minutos hasta que llegó el otro chico. Los dejamos y Stephany no dejó de alabarla, que era bonita, que era graciosa y que me maleataba mucho. Juju. Incluso quiso prestarme plata para que entrase al cine por ella pero no llegué a tanto ese día...
Mi madre me acaba de dejar salir. Tomo la primera combi y la muy desgraciada se toma el tiempo necesario para que TODOS los señores de edad de Arequipa suban. Siempre soy muy respetuoso de los mayores, pero CARAJO QUE JODIDO QUE FUE. Llego al bendito pasaje. No estaban. Sigo pensando si Tephy vino a recogerla o si ninguna de las dos llegó así que me decido a esperar cinco minutos.

Nada.

Me acerco al locutorio. La llamo y me contesta ella.
-¿Dónde estás?
-Donde acordamos.
-Espérame.
Llegó caminando como siempre, meneando la cadera y mirando a otro lado. Me dijo que Tephy se había quedado conversando con una chica que acababa de encontrar, así que mepropuso abandonarla.
Que maldad tan seductora.
No la abandonamos claro, ella lo hizo sola después de un rato, pero que buena tarde que nos regaló a los dos. Gracias Tephita!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante tu blog :)

Me encanta la cabecera de tu blog!!!!

Mer

Anónimo dijo...

Oh, muchas gracias por el premio... que ilusión!


saludos :)