miércoles, 19 de noviembre de 2008

Replica de un paseo en deuda (apología)

Esperaba paciente y a la vez impaciente cuando apareció ella. No la reconocí, pero al verla me di cuenta que tampoco la esperaba...


-¿Vamos?
Dios mio ¿que hago?
-¿Quien eres?
-Soy la que te estuvo buscando

Le crei porque no habia nada mejor que hacer. Caminamos juntos junto al río. Tenía un vestido de campo y cada vez que miraba sus ágiales pies dando golpes en el suelo revolvía el pensamiento al saber que no la conocería jamás.


-¿Que árbol es?
-No se.
-¿Y aquel?
-Tampoco lo se.
-No eres muy animoso a veces sabes.


Si lo soy, solo que con tanta belleza pierdo el control.




-Descansemos.


Nos sentamos y el sol dejó de avanzar. Conversamos un poco de su vida y otro poco de la mía, tal vez nunca recordemos que pasó pero me gustó [no se si a ella tambien...]
Cambiamos el hambre por manzanas. Poco a poco me empezaba a gustar más y más aquella desconocida que pronto marcaría mi vida. El cielo era celeste a pesar de los nubarrones presentes [maldita contaminación]

-Quiero pedirte algo...
-Dime- dijo.
-Lanza las semillas al agua.
-¿Por que?
-Solo hazlo.

El cuervo volvio la mirada y las semillas golpearon la superficie imperturbable. Poco a poco las ondas avanzaban hasta que me tocaron.

No recordó más. Ella se fue sin dicho recuerdo. Yo tuve la sensación agradable de que ella disfruto la tarde y aunque así no fuese, así lo contare porque es un recuerdo feliz y esos se cuentan por pocos en mi vida...

[Disculpame si te hice entrar a una iglesia aquella vez. Fue estúpido pero no supe como reaccionar frente a tu vestido y a tu belleza...]

1 comentario:

Anónimo dijo...

La calle de la foto me recuerda mucho a las calles de mi ciudad,concretamente a una en la que me suelo sentar a tomar algo y escribir.

Un saludo y seguiré visitando tu blog porque la verdad me ha gustado mucho.

Mer