viernes, 2 de mayo de 2008

Anfiteatro de mi reino

Soy el mago que crea la belleza del cuento que nunca escribiré
Porque en mi reino hay polillas, rosas y dolor,
Nicotina en las mesas y comandas de tequilas
Todo con luces de neón
Y no aparece el maldito león del bosque
Donde te besé.
Las flores, los pájaros, hasta las autopistas me hablan de ti
Tú, tan sorda y resignada,
No te das cuenta de que te faltó el valor para pelear por mí
Y yo luché en vano contra el minotauro de tu indiferencia
Mientras las hojas quemaban la Casa de la Moneda,
¿por qué no despertar y olvidar este mal sueño?
al levantarte verás mi vacío y me echarás de menos
como cuando las tangentes abandonaron la curva
y no quedaron más cigüeñales en el motor
que impulsa la vida
la vida
la muerte
meras ilusiones que se confunden con el amor
y este a su vez se confunde más a sí mismo:
seguridad, cariño y futuro estable engañosamente suman amor, ¿o no?
No, nadie sabe lo que es el amor, nadie lo puede definir
Definir es limitar,
Y en las sombras de mi reino no hay limites
A menos que no pases de las Gradas Eternas
O de las tiendas de hamburguesas...
El centro de mi universo ahora es esa silla
Donde se sienta ella,
Donde algún día se enamoró de mí;
Mientras ella estudiaba yo escribía en mis cuadernos mensajes subversivos
Y ahora él la sujeta
Y le despeina las alas en la misma silla donde un día se aburrió de mí.
Yo ahora lo envidio todo: desde la mantis religiosa y su miedo nuclear
Hasta las bellas caricias y los besos que ahora le da,
Pensar que un día la tuve entre mis brazos,
Sentir que la he perdido
Una palabra entonces, una simple sonrisa bastan
Yo viviré porque tú me diste la vida
Y moriré porque al irte me la quitas...

No hay comentarios: